Espectáculos
Relatos Salvajes cumple 10 años La película dirigida por Damián Szifrón regresa a los cines
Con 4 millones de espectadores, se convirtió en el film más taquillero de la historia del cine nacional.
Con 4 millones de espectadores, se convirtió en el film más taquillero de la historia del cine nacional.
A diez años de su estreno, Relatos Salvajes se alza como “la película más vista del cine argentino”. Con ese título bajo el brazo, este fin de semana la obra vuelve a las salas para cautivar a nuevas generaciones que nunca la habían visto. Los jóvenes tendrán la oportunidad de disfrutar de un largometraje que ya se postula como un clásico de la cultura local. Con ese panorama, sus protagonistas revelaron a Teleshow los secretos del rodaje, las anécdotas más llamativas y destacaron cómo este trabajo cambió sus vidas y sus carreras,
Destacada por su formato antológico, compuesto por seis cortometrajes que exploran estos temas, la película revela “lo peor de la condición humana” a través de personajes cotidianos atrapados en situaciones extremas. Entre los protagonistas se encuentran reconocidos actores como: Ricardo Darín, Oscar Martínez, Diego Gentile, María Marull, Leonardo Sbaraglia, Julieta Zylberberg y Érica Rivas.
Además, Martínez habló del impacto que tuvo este rol en su carrera: “No sé si me cambió la vida, pero en un punto es verdad, porque yo filmaba pero no con la misma frecuencia que después de Relatos. La última película (El nido vacío) la había hecho hacía siete años. En el ínterin, no filmé nada. Y eso que me fue muy bien, gané la Concha de Plata en San Sebastián como mejor actor con la película. Pero no era tenido en cuenta con la misma frecuencia con la que fui a partir de Relatos Salvajes. Desde ahí no he parado de hacer cine, sobre todo hasta el 2020. Hice cuatro películas en un año, que debe ser una especie de récord”.
Erica Rivas interpretó la última historia de Relatos Salvajes junto a Diego Gentile
Otra de las historias más recordadas es la que interpretaron Leo Sbaraglia y Walter Donado, la cual relata una trágica pelea entre dos automovilistas en el norte argentino. “Se filmaba en cuanto amanecía. Antes de salir del hotel nos encontramos en una habitación con la gente de maquillaje y peinado y salíamos todo ensangrentados. La gente nos miraba y a Leo le gustaba eso. Cuando estábamos en la ruta filmando, entre corte y corte, la producción liberaba la ruta para que fluyera el tránsito. Y en ese momento Leo me dice ‘vos tirate ahí al costado y yo hago que la gente pase y nos vea, nos va a servir, vamos a ser parte del accidente’. Y la gente pasaba y nos veía sorprendidos, dos tipos ensangrentados al costado de la ruta. Aunque había una movida de cine era como que no sabían que había pasado”, afirmó.
Como si fuera obra del destino, Donado asegura que al principio no quería ir al casting ya que se encontraba grabando una publicidad en el sur del país: “Me llama un productor y me dice que tenía un casting para mí. Le dije ‘no, no voy a poder’, y me insistió. Cuando llegué me encontré que tenía que hacer un acting frente a un auto y tenía que putear y escupir. Cuando termino, el productor me dijo que Damián me quería ver y que tenía que afeitarme la barba. Yo no quería, siempre usé barba. Y cuando tuve la primera reunión con Damián me dice ‘yo de acá a 15 días te llamo y te confirmo si quedaste o no’. Y yo me enojé mucho con el productor que me había convocado y le reprochaba que me había hecho afeitar la barba sin haber estado en la película. Salí de ahí, me subí a la moto, manejé unas cuadras, llegué al Obelisco y ya me estaba llamando para decirme: ‘Bienvenido a Relatos Salvajes’”.
Walter Donado y Leo Sbaraglia grabaron su escena en el norte argentino
Ante el regreso a los cines, Donado reflexionó sobre el significado que tuvo el film en su vida y en la de sus colegas: “Veo a compañeros míos de elenco, señores actores, monstruos, que me dicen ‘a mí me cambió la vida después de Relatos Salvajes’. Como en el caso de Oscar Martínez, que me dice ‘a mí no me tenían en cuenta para cine y después empecé a hacer cine a lo loco’. Y le digo bueno, ‘a mí no me tenían en cuenta para nada’. Relato también me cambió la vida. Volví a filmar en España con Leo Sbaraglia, con Pablo Echarri, fue un antes y un después”.
A pesar del transcurso de los años, ese reconocimiento y entusiasmo por la película también se refleja en la calle cuando el público reconoce al actor: “Hace unos años estaba parado en un semáforo y desde un auto me dicen, ‘¿qué haces, negro resentido?’ Me di vuelta y el tipo se empezó a reír. ‘Che, muy bueno lo de Relato’. Que la gente me conozca en la calle ya me resultaba raro, y por la peli tuve la suerte de recorrer Europa. Fui a más de 20 festivales de cine, estuve en Asia, en Goa, en India. Hace poco estuve en el puente Morales, fuimos con mi señora de vacaciones. y paró una combi con turistas que me reconocieron y me saqué fotos con todos”.
A diferencia de otros actores, María Marull vivió el proceso mucho más de cerca. Más allá del aspecto laboral, para la pareja de Szifron la película también formó parte de su familia: “Me atravesó más allá de lo laboral como familia. Relato se estrenó cuando nuestra segunda hija recién nacía. Fui testigo de la pasión, el amor y el trabajo que Damián volcó sobre ese proyecto. La película quedó en la gente, en el vocabulario, se transformó en un ícono, un clásico. En mi vida repercutió para bien, fueron muchas las experiencias que la peli nos trajo, sentir el público en diferentes partes del mundo, participar en los Oscar”.
Por último, Marull describió cómo es trabajar con Szifron y contó las intimidades del proceso: “Damián escribió la película con preguntas que se hacía en ese momento, sensaciones, imágenes. Si bien la peli tiene algo muy local -desde sus locaciones- tiene algo universal que traspasa más allá del país. Toca ese costado salvaje inherente al ser humano, uno como espectador se siente cerca porque los episodios que terminan en algo salvaje o sin control empiezan en algo muy cercano que vivimos todos los días. La peli nos propone tocar el “botón de al lado”, qué pasa si no hacemos lo políticamente correcto”.
Un factor fundamental en el éxito de la película fue la capacidad de Damián Szifron para combinar la tensión dramática con un humor oscuro (Warner Bros.)
En ese sentido, la actriz recordó cómo fue la grabación de su historia y reveló el detrás de escena de la secuencia en el vuelo: “El avión estaba en el galpón, estaba estacionado. La primera escena la filmamos en Aeroparque y después adentro. Tuvimos que usar la imaginación, porque el avión estaba quieto, había que fingir movimientos, imaginar que estaba cayendo, mirar por al ventana sintiendo que nos íbamos a morir”.
Los encargados de “ponerle el moño” a semejante obra fueron Erica Rivas y Diego Gentile. La dupla de actores protagonizó la historia que cerraba Relatos Salvajes, la cual tuvo aspectos diferentes a las demás. “Es la historia más larga, dura media hora, como si fuera un mediometraje. Terminan de otra manera, como si la historia fuera circular. Son los únicos personajes protagónicos de las historias que se vuelven a mirar, que vuelve a haber un principio. Se filmó cronológicamente. Y los extras, que eran muchos, no sabían el guión. Entonces se acercaban y preguntaban, ‘¿qué les pasa? ¿qué va a pasar con ustedes?’. Era muy hermoso eso, que aparte venían laburando de extras, no es que eran ingenuos frente a la ficción”.
Al igual que en los casos de otros compañeros, Gentile llegó al proyecto por esas casualidad del “destino”. “Estaba haciendo temporada en Mar del Plata y me llama el director de casting. Me dice, ‘Estoy buscando un refuerzo para uno de los protagonistas de los cortos’. Caí como una segunda idea que se le ocurrió a él, así que le dije ‘mirá, estoy volviendo el lunes de tres meses en Mar del Plata y ese mismo día me voy de vacaciones’. Me armaron el casting y fui, todo después de viajar de noche, de desarmar tres meses de departamento. Y con la ansiedad de ‘me voy de vacaciones 15 días a la tarde’. Eso me jugó a favor, tenía presión de querer ser parte pero un cansancio y un deseo de vacación que me volvía inconsciente frente a lo grande de ese proyecto”, recordó Gentile. Días después, el artista se enteró que iba a formar parte del elenco: “Hasta que un día en un baño de Disney, estaba haciendo mis necesidades y me llega un mail diciendo ‘sos Ariel, está confirmado’. No lo podía creer. Enseguida le mandé un mensaje a Erica, ‘adiviná con quién te vas a casar’. Me dice, ‘no, ¿sos vos?’. Fue muy amoroso todo”.
Al mismo tiempo, el actor resaltó por qué considera que la película sigue tan vigente en la memoria del público: “No venció un fotograma. De hecho ponés cualquier noticiero y dicen ‘otro relato salvaje en Belgrano, es como referencia de un Estado argentino’. Una referencia muy directa a nuestra idiosincrasia”. La película que “rebalsa argentinidad”, desde sus locaciones hasta sus diálogos, supo romper las barreras del idioma y encantar culturas a miles de kilómetros del Río de la Plata.