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Entrevistas

Guille, el superhéroe de los lobos marinos

Publicado el dia 28/08/2022 a las 14h23min | Atualizado dia 29/09/2022 às 18h34min
El integrante de Fundación Fauna Argentina trabaja en pos y pro del bienestar de los ejemplares marinos, víctimas de la contaminación ambiental.

Guillermo Oliva es marplatense e integrante de Fundación Fauna Argentina. Su imagen se viralizó en redes sociales y diversos medios de comunicación por salvaguardar a los lobos marinos de la contaminación plástica, producida por la acción humana.

Guille -de 32 años- es padre de una pequeña de tres años y un retoño de nueve meses. Atiende -junto a su hermano- un local en el Paseo Artesanal de la Banquina de los Pescadores, ubicado detrás de la Escollera Sur, donde ofrece infaltables obsequios que representan a la joya del Atlántico.

Su vocación de servicio es inalterable, la heredó de su padre, domador de lobos marinos salvajes, y nexo con Juan y Julio Lorenzani, directores de la organización no gubernamental (ONG) Fauna Argentina. La Fundación, próxima a cumplir 40 años el 12 de octubre, es concebida como un espacio transformador que protege a los mamíferos marinos y al ambiente que los rodea.

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A los 22 años comenzó a trabajar en la ONG. Su función principal consiste en retirar zunchos, sogas plásticas y redes de pesca, que son vertidos al mar -en su mayoría- por las embarcaciones pesqueras. Residuos nocivos que aprisionan y causan laceraciones profundas en la piel de los pinnípedos, y en algunos casos, la muerte.

Para retirar el plástico que se incrusta en el cuello de los mamíferos se utiliza el "saca zunchos", una larga vara metálica con un gancho afilado en la punta, que permite cortar el material sin lastimar al animal.  

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El entrañable vínculo que formó Guillermo con los lobos es inexplicable. Se ganó su amor y respeto. La forma en la que se dirige a ellos es clave para entenderlo. Godzilla, Sebastián, Brian, “El Colorado”, Gonzalo, son algunos de los nombres que eligió para diferenciarlos.

¿Nunca temiste al momento de hacer un rescate?

— No, ya se formó un lazo de confianza con los animales, me conocen. Además, trato de ser lo menos invasivo posible. De hecho, lo más “peligroso” que me pasó fue que un lobo marino me topeteó. Soy consciente de que pueden reaccionar de forma agresiva, pero trato de quitarles los elementos que los aprisionan cuando están dormidos y lejos del agua. Siempre uso la lógica, si veo que ya no tengo registro para quitar el gancho, lo suelto. 

En la actualidad, su trabajo se profundizó. Tiene a su cargo el Área de Rescate y Saneamiento de la Banquina de los Pescadores, donde dos de los miembros del equipo son su primo y hermano. “Al ser una organización sin fines de lucro no siempre son las mismas personas las que integran el grupo, no todos aguantan”, precisó Guillermo, a lo que sumó: “Todos los gastos que insume el trabajo sale de nuestros bolsillos”.

Las horas laborales, al igual que sus funciones, no están delimitadas. “No hay horarios específicos, depende de las necesidades y urgencias del momento. Todo lo que puedo hacer lo hago. Desde limpiar la playa, arrear a los lobos, asistir a un animal marino o cortar un zuncho”, indicó Beat Box Guille, conocido -así también- por el don de imitar y producir sonidos con la boca desde los 11 años.

— Al no ser un trabajo remunerado ¿No pusiste en duda tu continuidad en Fauna Argentina?

— Nunca, a pesar de que el Municipio y el Consorcio Portuario Regional no nos brinda ayuda, y no hablo únicamente de la económica. Claramente no les interesa. Mi trabajo lo hago por los animales. Ellos no tienen la culpa ni pueden quitarse los zunchos. Hay casos en los que mueren por asfixia o porque se les encarna en la piel, provocándoles heridas profundas e infecciones.

Para quienes deseen colaborar económicamente con la organización no gubernamental, pueden contactarse a través de sus redes sociales: en Instagram, @fundacionfaunaargentina y en Facebook, Fundacion Fauna Argentina.

En cuanto a los proyectos a futuro de la Fundación, Guille adelantó que “Fauna Argentina trabaja sobre una idea para brindar charlas en los colegios con el objetivo de capacitar y concientizar a los niños y niñas desde la infancia”.   

“La gente de Mar del Plata no tiene la cultura de saber que hay animales marinos terrestres, y que vivimos en un lugar donde es habitual que salgan a buscar una costa para descansar. Los ven en la arena y piensan que se están muriendo. Y en muchos casos no es así, tienen las mismas ganas de reponerse y tomar sol que las personas”, precisó Beat Box Guille.

Guillermo Oliva se convirtió en un superhéroe sin capa. Sobrepuso el bien común por el individual. Sin esperar nada a cambio, día a día, lucha por mejorar y transformar la calidad de vida de casi 600 pinnípedos, y del ambiente que no sólo rodea a los mamíferos marinos, sino también, a los cientos de miles de marplatenses y turistas que eligen el Puerto como punto turístico, recreativo y vacacional.

Fuente: Propia