Entrevistas
El Dúo Ay vuelve con su folk femenino y mutante
Ahora convertido en dúo, el grupo “Ay” volverá a los escenarios marplatenses.
Ahora convertido en dúo, el grupo “Ay” volverá a los escenarios marplatenses.
El próximo 22 de septiembre a las 21.30 cantarán las canciones de su segundo disco “Dos” en el escenario de El Club del Teatro (Rivadavia 3422). Además, no faltarán las canciones de su primer disco, que lleva el mismo título del dúo, “Ay”. El espectáculo es a la gorra.
“Vamos a tocar casi todas las canciones del segundo disco y algunas del primero. Todas reformuladas para este nuevo formato, de a dos”, indicó Mariana Vidal, cantante y también actriz y bailarina.
En el disco “Dos” fluyen nueve tracks: Bailemos, Sobra, Subterráneo, A veces, Dos, Doberman, Vamos, Ella y Sola. En todos se evidencia una fuerte reminiscencia del rock de los años ’50, un rock clásico, un ambiente de rockabilly cálido y personal, a través de letras intimistas, juego de voces y un sonido de guitarra o banjo.
Formado en 2011, en Buenos Aires, “Ay” está integrado por Mariana Vidal en voces y accesorios y Matías Magneres, en guitarras, banjo y coros.
Ambos son pareja, viven en Sierra de los Padres y son papás de dos niños.
Entrevista a Mariana Vidal:
-¿Cómo empieza el Dúo Ay?
-Empieza en Buenos aires, en el 2011. Yo venía desde el 2009 haciendo un espectáculo con mis canciones junto a otros músicos. En un momento tuve ganas grabarlas, pero sabía que era necesario hacer un trabajo más profundo en búsqueda de la identidad y la sonoridad de las canciones. Y como los estilos eran heterogéneos y las canciones estaban escritas en distintas épocas de mi vida, había que buscar cierta unidad. Por ese entonces con Mati ya éramos pareja y estaba por nacer nuestro primer hijo. Entonces ofreció embarcarse y allá fuimos. Y acá estamos
-¿Cómo suelen ser las puestas de cada show?
-En las puestas nos ocupamos de que haya un marco estético, lo teatral aparece en ese plano. No hay “actuación” somos nosotros, pero algunas canciones nos permiten jugar un poco más. Porque nacieron desde el juego. En lo personal cuando empecé con la música lo teatral ocupaba un lugar preponderante. Hoy ocupa un lugar mucho más sutil, la teatralidad aparece en los pequeños detalles.
-Tienen dos discos: ¿qué diferencia uno y otro?
-El primero es un disco ecléctico con canciones que se visten de distintos géneros, el segundo es un disco más homogéneo, con un plan más claro. El primer disco lo grabamos en Buenos Aires. Empezamos a trabajar en los arreglos en casa, cuando nació nuestro primer hijo. Y a la hora de grabar llamamos a dos amigos, Nicanor Suarez (contrabajo) y Dani Bugallo (percusión). Cuando el disco estuvo terminado nos mudamos a Sierra de los Padres y buscamos a otros dos músicos para poder salir a presentarlo por Mar del Plata. Lo presentamos en abril del 2013 en la sala Melany con Nicolás Pasetti (contrabajo) y Juan Perez Ludueña (percusión). Luego Juan se fue y se sumó Luciano Monte (batería) y junto a ellos seguimos tocando hasta el año pasado. Es con ellos que hicimos el segundo disco, que fue un disco de sala de ensayo, con formato de banda de rock. Lo grabamos en Mar del Plata, en El Bunker, con Gaby Virga.
-¿La música de Ay se mueve entre la inocencia y la profundidad?
-Creo que tiene que ver con nuestra forma de vivir. No perdemos el espacio de juego, nos damos el lujo de hacer cosas quizá de adolescentes, como el berretín de tener una banda. Y a la vez somos papás, lo cual nos conecta con lugares hondos y de muchas responsabilidades. Bueno, la niñez tiene ese matiz que está entre la inocencia y la profundidad. Nosotros criamos a dos niños y también a veces seguimos siendo dos niños…