España comenzó dominando el encuentro y se hizo acreedor de la pelota. Inglaterra, por su parte, se limitó a esperar y salir de contra cuando podía. De esa forma transcurrió la primera etapa, con ambos equipos más preocupados por cuidar su arco que por generar peligro. Las únicas oportunidades destacables fueron un remate de Phil Foden a las manos de Unai Simón sobre el final del primer tiempo.
En la primera oportunidad del complemento, España abrió el marcador: Lamine Yamal condujo el balón por derecha y se la pasó a Nico Williams, quien desde la derecha sacó un zurdazo cruzado imparable para Pickford.
A Inglaterra le costó reaccionar, pero finalmente lo logró: Cole Palmer, que ingresó en lugar de Kobbie Mainoo, empató el partido en el minuto 73 con un gran zurdazo desde fuera del área.
Cuando parecía que el partido se definiría en la prórroga o, quizás, en los penales, llegó el gol del título. A los 87', Oyarzabal marcó el gol de la victoria al rematar de primera un centro rasante desde la izquierda de Cucurella. De esta manera, España alzó su cuarta Eurocopa de la historia, sumándose a las obtenidas en 1964, 2008 y 2012.