Con mas de 30 voluntarios, la tradicional celebración realizada en el templo ubicado en Moreno al 6700 espera el arribo de miles de personas a lo largo de este domingo por la noche y todo el lunes 7 de agosto.

A partir del domingo a la noche, el templo ubicado en Moreno 6770 permanecerá abierto y se celebrarán múltiples misas a lo largo del lunes.
A partir del domingo a la noche, el templo ubicado en Moreno 6770 permanecerá abierto y se celebrarán múltiples misas a lo largo del lunes.
Las tradicionales fiestas patronales en honor a San Cayetano, el patrono del Pan y le Trabajo, comenzaron a reunir a los fieles de Mar del Plata desde este domingo en la noche.
Con mas de 30 voluntarios, la tradicional celebración realizada en el templo ubicado en Moreno al 6700 espera el arribo de miles de personas a lo largo de este domingo por la noche y todo el lunes 7 de agosto.
Se realizará una misa especial a partir de las 0 de este lunes. Luego se repetirán a las 6, 8, 11, 15, 19 y 21 hs. Asimismo, la procesión y Misa principal será a las 15 y estará presidida por Mons. Gabriel Mestre, administrador de la diócesis y arzobispo electo de La Plata.
Asimismo, durante todo el día se recibirán alimentos y ropa para los hermanos necesitados, habrá sacerdotes para confesar y hacer bendiciones y habrá servicio de santería y el buffet en el salón parroquial.
Convocados por la fe, miles de cristianos honrarán a este hombre de Dios y amigo de los pobres. Su devoción se manifiesta con gestos simples: ponerse en camino, estar frente a su imagen en silencio haciendo oración, encender una vela, traer un alimento para el hermano necesitado y participar de la misa. "El santuario se hizo a nuevo para recibir a todos, en un clima de fiesta", dijeron desde la Iglesia.
La devoción por San Cayetano se hizo popular a partir de la crisis de 1930, cuando ante la desesperación de los sectores obreros, el párroco Domingo Falgioni organizó una pastoral que impulsó la veneración del santo, que comenzó a ser el del "pan y el trabajo".
Y, desde entonces, se hizo tradición la concurrencia masiva de fieles cada 7 de agosto a pedir o agradecer por el trabajo y sus intenciones particulares.