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Condenaron a 24 años de cárcel al «pastor» que abuso de sus hijas
La condena fue expresada por el Tribunal Oral en lo Criminal 1, por uno solo hecho cometido en Mar del Plata, debido a que los otros abusos se cometieron en Santiago del Estero.
La condena fue expresada por el Tribunal Oral en lo Criminal 1, por uno solo hecho cometido en Mar del Plata, debido a que los otros abusos se cometieron en Santiago del Estero.

El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Mar del Plata, sentenció a 24 años de cárcel a Miguel Rosendo Acosta, un “pastor” evangélico que abusó sexualmente a sus dos hija adolescentes.
La condena que se oficializó esta mañana en el TOC, firmada por los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Juan Galarreta, es solo por uno de los hechos cometido contra una de las menores en Mar del Plata. Por el otro hecho de abuso, los magistrados decidieron no imponer condena, ya que los hechos se dieron en la provincia de Santiago del Estero y el acusado deberá ser juzgado allí.
El “pastor”, el cual se encuentra en el complejo penitenciario de Batán, fue condenado como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual agravado por la edad de la víctima y las cuestiones relacionadas al vínculo o circunstancia de convivencia.
En la audiencia de este lunes, en la que Acosta estuvo presente, los magistrados leyeron solamente la parte dispositiva de la sentencia. Tras firmar el acta de rigor, el ahora condenado fue trasladado nuevamente al complejo penitenciario de Batán.
Tal como se informó oportunamente, en la única jornada que tuvo el juicio, la fiscal Andrea Gómez había solicitado treinta años de prisión por los dos hechos que había confirmado durante la investigación. La pena de 24 años es por solo uno de los hechos que, a entender de los jueces, Acosta cometió previo a la denuncia formulada en 2015.
La defensa particular del “pastor” había discutido la autoría de los hechos y solicitó la absolución y, de manera subsidiaria, el mínimo legal de la pena. Sin embargo los magistrados dieron por probado uno de los hechos y decidieron que el restante sea juzgado en el lugar donde ocurrió.
Acosta escuchó la pena impuesta sentado frente a las víctimas que decidieron asistir luego de no haber participado de la jornada de apertura. La madre de las víctimas, que se encuentra postrada, escuchó el veredicto condenatorio y la sentencia a través de la videollamada que hizo el personal de la Unidad Fiscal de Instrucción 4.