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Técnicas de estudio: las 7 mejores formas de estudiar
Para sacar el máximo rendimiento, hay varios detalles a tener en cuenta en relación con las técnicas de estudio.
Para sacar el máximo rendimiento, hay varios detalles a tener en cuenta en relación con las técnicas de estudio.
El estudio es una actividad que consume tiempo y energía, pero es muy necesario para progresar tanto en ámbitos académicos como laborales, además de para crecer en lo personal. Desde la enseñanza obligatoria hasta los programas especializados, seguir mejorando y avanzando a través del estudio y la práctica de distintas materias puede ayudarnos a alcanzar nuestras metas profesionales y personales. Para sacar el máximo rendimiento, hay varios detalles a tener en cuenta en relación con las técnicas de estudio.
Técnicas de estudio
Estudiar no solo consiste en pasar horas delante de los materiales. Hay técnicas de estudio mucho más efectivas que permiten aprovechar al máximo el tiempo y maximizar los conocimientos que se asimilan. En este artículo descubrirás qué técnicas evitar y cuáles son las más efectivas a la hora de aprender.
Técnicas tradicionales
Una de las ideas más comunes sobre el estudio es que consiste en subrayar apuntes y materiales, hacer resúmenes y esquemas, pasar notas a limpio, leer el material resumido y repasarlo hasta aprenderlo. A pesar de la extendida fama de estos métodos, hay varias investigaciones que recomiendan evitar estas técnicas de estudio. Subrayar y hacer resúmenes puede causar una falsa sensación de control sobre el material que pasa factura en el momento de recuperar los conocimientos de memoria.
Estos estudios destacan que, para garantizar un aprendizaje efectivo, es necesario encontrar técnicas no solo para memorizar, sino también para limitar el olvido. Entre estas estrategias, la más destacable es la de la puesta en práctica.
Ejercicios prácticos
Aunque los exámenes, cuando influyen en los resultados académicos, son una fuente de preocupación y ansiedad, hay formas de utilizarlos en beneficio propio. Como afirma el investigador de psicología Henry L. Roediger, parece haber una relación entre hacer tests y pruebas prácticas justo después de leer un texto y memorizarlo mejor.
Los tests y pruebas sencillas ayudan a fijar el conocimiento de forma más duradera que la relectura, ya que se conecta el material estudiado con una realidad práctica. Por ejemplo, una buena técnica de estudio podría ser combinar la lectura rápida con ejercicios de comprensión.
Colaboración
Hay varios beneficios asociados a estudiar en compañía. Por un lado, el intercambio de reglas mnemotécnicas y otros trucos para asentar conocimientos puede ser muy ventajoso, pero eso no es todo. La conversación relacionada con la materia y, cuando esta lo permite, el debate e intercambio de opiniones al respecto son una forma más de llevar los conocimientos a la práctica, y la variedad de estímulos fija la memoria de forma más efectiva. Si es posible, también resulta muy beneficioso enseñar la materia, ya que hace falta una comprensión profunda del material para instruir a otras personas, y hacerlo asienta los conocimientos más importantes.
Variedad
Puede resultar tentador centrarse en un solo tema y repetirlo hasta la saciedad, pero hay varias investigaciones que señalan que este podría no ser el mejor sistema. Intercalar temas diferentes parece estimular el aprendizaje más que la repetición continuada, en especial cuando se pueden encontrar puntos en común entre distintas materias. Además de fomentar el aprendizaje, esto puede ayudar a desarrollar las competencias transversales. Para lograr combinar materias de forma efectiva, es muy útil planificar con antelación.
Planificación y estrategia
La organización es clave para desarrollar técnicas de estudio efectivas. Sabiendo que la memoria es especialmente sensible al estrés, es lógico pensar que unos plazos cortos pueden afectar al rendimiento académico, por lo que conviene espaciar el material de estudio a lo largo de todo el tiempo disponible. Una estrategia que tenga en cuenta los plazos, la densidad y la dificultad de las materias, la importancia de los descansos y los beneficios de intercalar temas diferentes puede ser la respuesta en casos de falta de concentración y problemas para memorizar.
Concentración y descanso
La capacidad de concentración durante el estudio es limitada y varía de una persona a otra, por lo que no hay un periodo óptimo aplicable a todo el mundo. En cualquier caso, el descanso es necesario y su ausencia tiene graves consecuencias sobre las capacidades de análisis, síntesis y memorización. Este es el motivo por el que las técnicas de práctica repetitiva fracasan en numerosas ocasiones: parece ser más efectiva a largo plazo una práctica espaciada que una intensiva. Para saber cómo organizar los tiempos de estudio y descanso, es vital ser consciente de las limitaciones propias, tanto físicas como psicológicas, y respetarlas.