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«La mujer mirando al mar» y el «barco fantasma»: dos historias ligadas por las redes

Con la aparición de la misteriosa escultura en playa chica, un usuario de Facebook compartió una curiosa historia que la

A tan solo dos semanas de la aparición de la misteriosa escultura en Playa Chica, las historias y rumores alrededor de la misma le han dado un atractivo particular.

La historia de Martin Aon -un usuario que compartió en su Facebook personal- se destaca por encima del resto, ya que une la aparición de la «mujer mirando al Mar» con la historia del Marcelina de Ciriza un «barco fantasma» hundido en 1991 en mar del plata. Dos historias que podrían guardar un misterio en común.  

 

“La aparición de una hermosa escultura en la costa marplatense parece ser la noticia interesante del fin de semana largo. Una figura de mujer, sentada sobre las piedras, mirando el mar de costado, con una mano tomando sus rodillas y la otra apoyada sobre sus pies. Y con una conmovedora expresión de serenidad. Una verdadera belleza.

A la genial obra de arte se le suma otro valor: el misterio. Porque “apareció” ahí y se desconoce cuándo fue emplazada y por quién. Se busca por los medios de comunicación a su autor (yo creo que la obra está hecha por una mujer; que tiene autora).

Me encanta, me fascina la intriga, el misterio, la leyenda que esto suscita, mucho, muchísimo más que la explicación lógica, la hipótesis racional, las versiones adaptadas con urgencia para que encajen en la nota periodística (hoy leí que le ponían nombres a la escultura), las frías cuestiones legales y los procedimientos municipales al respecto.

Prefiero lo fantasmal a lo notarial.

Ojalá nunca se sepa quién la hizo. Que jamás aparezcan datos fehacientes de nada. Que esta mujer, que esta chica que mira el mar sea el nuevo misterio de la ciudad, como lo fue hace 30 años el Marcelina de Ciriza, la vez que la ciudad se llenó de misterio marítimo. De misterio con nombre de mujer: fue en 1991 (año que luego pasaría a la posteridad –merecidamente, hay que admitirlo- por una tremenda nevada de colección.) Durante la tormenta de la noche del 20 de junio de ese 1991, un barco en la banquina – el Marcelina de Ciriza- fue sacudido por el viento hasta que cortó sus amarras, y ya sin nada con qué aferrarse al continente cruzó el canal de acceso al puerto, para navegar sin tripulación la costa marplatense.

 

Y por capricho de la tempestad, ocho millas después, el buque con nombre de mujer apuntó la proa desde el océano hacia la rotonda de la avenida Constitución y ahí encalló, dando comienzo a las tantas historias de dudosas fuentes y a cientos de curiosos que nos acercamos a ver en directo ¡un barco fantasma!. Realmente impresionaba verlo ahí, tumbado en la costa, desovando óxido y leyendas. Tantísimas fotos (todavía de rollo), notas periodísticas y relatos portuarios que al ir pasando de boca en boca se mezclaban y adornaban con ficciones cinematográficas.

 

El viaje del Marcelina de Ciriza

 

Me encanta como marplatense poder contar con este atractivo misterioso: un barco fantasma que cruza la costa; una escultura que aparece bajo la lluvia, frente al mar; una chica mirando, calma, ese horizonte que antes recorrió el navío espectral. 

¡Por favor, que nunca se aclare.

Para mi siempre va a ser "la chica que esperaba al Marcelina".