Un empresario del ámbito nocturno y financiero, vinculado al negocio del entretenimiento en el barrio porteño de Palermo, fue imputado en una causa penal por presuntos abusos cometidos contra menores de edad. La investigación se inició tras las denuncias presentadas por padres de alumnos de un colegio privado al que asiste el hijo del acusado.

Según supo el expediente —que se tramita bajo secreto en un juzgado criminal de la Ciudad de Buenos Aires— cuenta actualmente con al menos diez denuncias formales de jóvenes que relataron situaciones de acoso y abuso.

El "modus operandi" bajo investigación

De acuerdo con las actuaciones judiciales, las víctimas describieron un patrón de conducta que incluía incentivos económicos y material digital:

Encuentros y sustancias: los jóvenes relataron haber asistido a casas y oficinas donde presuntamente había consumo de alcohol y se realizaban propuestas vinculadas a apuestas online.
Situaciones de acoso: se denunciaron escenas incómodas ocurridas tras actividades deportivas, algunas de las cuales habrían sido registradas en imágenes y videos que hoy están bajo análisis pericial.
Pruebas digitales: la Justicia ordenó el secuestro de teléfonos y computadoras durante allanamientos en propiedades del acusado para realizar pericias técnicas.

Medidas judiciales y estado de la causa

A pesar de la gravedad de las imputaciones, Marcelo Porcel, empresario y exconcesionario del shopping Oh! Buenos Aires, aún no prestó declaración indagatoria debido a la reciente incorporación de un nuevo denunciante al expediente.

Restricciones: el juzgado dictó una prohibición de acercamiento a las presuntas víctimas, lo que impide al imputado concurrir tanto al establecimiento educativo como a un club social.
Situación procesal: la Justicia autorizó al empresario a viajar al exterior por un compromiso familiar, tras evaluar que no existe riesgo de fuga, mientras continúa la recolección de pruebas y las entrevistas en Cámara Gesell.

El caso genera fuerte conmoción en la comunidad educativa porteña mientras se aguarda el avance de las pericias sobre los dispositivos electrónicos secuestrados.