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Musica

Manu Chao - Viva Tú

El nuevo álbum estará disponible en formato CD y Digital el 20 de septiembre de 2024 Próximamente también en vinilo

Y llegó Viva Tu, que nos devuelve a un Manu —que nunca se fue— a la primera plana de las novedades discográficas, con un disco cristalino, honesto y emotivo, tan conmovedor como apasionante, melancólico y dulce, pero igualm

Un trabajo en el que Manu Chao revive su particu lar manera de mirarse dentro para encontrar afuera y mirar por ahí afuera por encontrarse dentro, haciendo virtud musical de su elaborada sencillez, ahondando en esa su manera úni ca de labrar un universo sonoro y lírico reconocible y familiar desde el primer acorde.

Viva Tu es puro Manu, es chanson y rumba, es cumbia y dub, es Mediterráneo y Caribe, es vida y vidilla, es una callejuela sin asfalto, un vasito de agua clara en tiempos de fango-fake, un chupito de hidromiel, embriagador al paladar, revitalizante al alma, energético de corazón.

Abre el disco “Vecinos en el mar”, con un Manu contemplando el declive del mundo cual patera a la deriva, con voz del destino incierto y la mano tendida, tonada que, de bella, deja cicatriz.

Sigue con “La couleur du temps”, tierna chanson para la cruda realidad, reflexiones sobre un mundo al revés donde solo queda soñar de pie y cerrar los puños para olvidar. En “River why” Manu alerta del suicidio colectivo que significa el neoliberalismo, metafóricas estrofas que se preguntan dónde está la vida en ese puente que cruza sobre un río seco.

“Viva Tu” ha sido el primer sencillo, que da título al disco, una celebración de la comunidad, un gustoso paseíto por el barrio, ese de las coladas tendidas en las cuerdas de la ventana y la radio de la vecina escapándose por el patio.

En “Heaven’s bad day” Manu comparte micro con la mítica leyenda del outlaw country Willie Nelson y juntos cabalgan a dúo sobre ese cie lo de mal agüero que nadie debiese visitar. Con la rapera parisina Laeti se hace “Tú te vas”, un collage poliédrico y humeante, que lamenta la ausencia y maldice la suerte. El desgarro de la distancia, el vértigo afectivo, mueve el timón de “Coração no mar”, promesas arroja das entre las olas que agitan los mares desde Brasil a Galicia, porque el mar lo cura todo. Como las dos anteriores, otra habitual del repertorio de Manu en los últimos tiem pos es “Cuatro calles”, triste nostalgia de lo que ya no será, canción que lleva interpretan do en diferentes versiones a pie de calle y que por fin queda registrada.

“La colilla” camina brava por la rumba de la vida, frunciendo el ceño con desdén hacia esos señoritos que ma nejan los dineros y las vidas y esos mandatarios que ignorantes desprecian lo que no com prenden. Asomado a la ventana del Brasil más bronco divisamos “São Paulo motoboy”, una canción que huele a queroseno, a bullicio y a cachaça, a puñetazo contra el asfalto. “Tom et Lola” es otro de esos pellizcos que Manu arranca al corazón de la chanson française, una historia de amor a todo color al amparo de un cine de barrio.

El desvelo de “Lonely night” dibuja zozobras a golpe de soft sound system en el calor de una noche cegadora. Finaliza Viva Tu con ese himno que lleva por título “Tantas tierras”, una sincera suma de situacio nes que derivan en la perplejidad ante una realidad ambigua y desconcertante “Todo el mun do sin saber lo que algún día va a caer”, pero sin perder la esperanza: “no estamos solos”. Han sido más de tres quinquenios los que se ha hecho esperar este Viva Tu, sin embargo, Manu, cual nómada de arrabales y barriadas, no ha dejado nunca de crear y de tocar.

En los últimos seis años en formato acústico, en compañía de sus virtuosos compadres y compinches: el guitarrista y ukelelista argentino Lucky Salvadori, al que conociese en la parranda musical de la Colombia caribeña, el percusionista gallego Miguel Rumbao, un todoterreno en lo audiovisual y pescador apasionado en aguas mexicanas y gallegas, y/o el montevideano Mauro “Metralla” Mancebo.

Y así se dejó ver el Manu en este tiempo en el que no concedió entrevistas, y donde compartió puntual mente los distintos escenarios con otros compañeros, viniesen con tuba o violín, trombón o trom peta, rapeo o palmeo, en alocadas noches del aguánteme esta rumba musicaria, por teatros, pla zas y tabernas, carpas circenses y huertos urbanos, parques y otras barricadas de la vida de la calle. Moises Saman - Magnum Photo. La música del Manu no ha dejado de fluir ni sonar de mil diferentes maneras y por mil dife rentes razones: ya fuesen las Sesiones Matalunes en Barcelona, repasando el Siberie m’etait contéee, que las Baganga Sessions en Bombay, a orillas del Ganges; o apoyando una protesta en el serbio Topli Dol contra la central eléctrica que privaría al pueblo de agua; o participando en un streaming para Sos Rainforest Live, como acción musical para proteger las comunida des indígenas y la selva; o enviado un video de apoyo a la lucha de la provincia patagónica de Chubut contra la megaminería; o los tantos e incontables acordes y melodías lanzados desde cualquier parte del mundo a favor de la justicia ambiental o social, local o global…

Lo suyo ha sido un collage geográfico compuesto de pequeños tours; ha sido un tener perma nentemente entre las manos su bichito cordobés para ponerle voz al grito de los que meten el dedo en la llaga de nuestra herida Pacha Mama.

El Chapulín Solo, en trío, ha pasado, yendo y volviendo, por diferentes salas, festivales familiares y fiestas populares de Francia, Suiza, Holanda, Chile, Argentina, Brasil, Italia, España, Croacia, Hungría, Serbia, Bulgaria, Grecia, Turquía, Singapur, Nepal, India, Macedonia, Eslovenia, Noruega, Colombia, Paraguay, Bos nia… Conciertos percibidos con un halo íntimo, casi místico, pero sin más pretensión que la de estar en sintonía y cautivar con sencillas y épicas rolas a una audiencia vibrante y cómpli ce. Usando la excusa de esos conciertos ha visitado comunidades, asociaciones y cooperati vas, grupos activistas que defienden causas sociales que necesitan apoyo: Manu escucha y comparte. Y, por supuesto, el reencuentro con amigos, que siempre alimenta la inspiración.

Viva Tu es su quinta referencia en tanto disco físico hecho en estudio, con 17 años de di ferencia respecto al anterior, sin embargo, Manu no ha sido ajeno a todo tipo de graba ciones en audio y/o video, formales e informales: desde 2018 viene colgando en su web sus Free New Songs, temas que regala, bien firmados a su nombre, o bien junto a Chalart58 (con quien recientemente editó el vinilo compilatorio Inna Reggae Style), o con Kleia Re nesi en el proyecto Ti.Po.Ta. También destacan sus participaciones en Playing For Chan ge, ese proyecto que, aunando músicos de diferentes culturas, se dedica a la construc ción de escuelas de música en todo el planeta, y donde Manu aportó “Seeds of freedom”, a modo de protesta contra la agricultura intensiva y pesticida y además grabó también junto a Bunny Wailer, Mermans Mosengo o David Hidalgo de Los Lobos; la serie de las Pluma Sessions con Mr. Pluma; el guiño, con Mr. Lassh y Amogh, al proyecto hindú The Dharavi Dream Project, que trabaja para que los menores desfavorecidos tengan acceso gratuito a una escuela de hip-hop; las Smily Killer Sessions de Coronarictus y Coronacac tus, con las que nos animaba casi a diario durante la época del encierro pandémico con te mas propios y covers, en solitario o acompañado en la distancia por otros músicos; las di ferentes entregas de los videos amazónicos, casi documentales, de Los Sueños de Tikuna, con imágenes tomadas de la película de Gustavo de la Hoz; y las variadas colaboraciones con colegas: Bomba Estereo, Rumbakana, Carlangas, Dani Lança, Calypso Rose, etc., etc.

Pero rebobinemos mientras escuchamos Viva Tu. Dar con los orígenes de Manu Chao es viajar a su París natal a mediados de los ochenta cuando, aquel hijo de emigrados espa ñoles —gallego y vasca— se curtía como músico callejero, aprendiendo y participando en viscerales bandas como Hot Pants y Los Carayos, con el rock más variopinto (del rockabilly al cabaret pasando por todo lo que hay entre medias) y una urgente actitud combat-clash como cartas de presentación. En 1987 empezaría, junto a su hermano Antoine, la aventu ra con la Mano Negra, seminal banda que transcendió fronteras y marcaría un antes y un después en la forma de entender el punk rock, la pachanga y la rumba a nivel mundial. La mezcla de influencias, su alternativa ideológica y su manera de funcionar harían de Mano Negra algo mucho más grande que una incendiaria banda de rock al uso.

Con cuatro álbu mes en estudio (los tres primeros fueron incendiarios discos de culto que corrían como la pólvora de mano en mano: Patchanka, Puta’s fever y King of Bongo), e hitos tan quijotescos como hacer una gira en barco junto a una compañía de circo por la América perdi da, tras una intensa existencia, el grupo se separaba en 1995 dejando un legado irrepro chable con un haber de canciones irredentas e inolvidables: “Mala vida”, “Señor Ma tanza”, “Guayaquil City”, “King Kong five”, “Sidi h’ bibi”... Su última gran aventura fue a bordo de un ferrocarril, tocando por remotos pueblos colombianos —gesta que re tratase su padre, el añorado, reputado y respetado escritor y periodista Ramón Chao en el libro Un tren de hielo y fuego— y su último trabajo, Casa Babylon, se convirtió en un hito global de cómo acometer el mestizaje musical a través del crossover cultural. Después Manu Chao se perdió con su guitarra de palo por el siglo llorando lágrimas de oro. Un iniciático e inspirador viaje por tascas y hamacas, sin hoja de ruta a la que con sultar.

Manu transitó por la carretera que cruza México, Francia, Brasil, Senegal, España, Argentina y Mali, pertrechado con su estudio portátil, sin parar de grabar, registrando mo mentos que terminarían siendo las canciones de su primer disco en solitario, Clandestino, publicado en 1998 y que no se presentó nunca en directo de forma oficial, aunque sí montó un festival, musical y circense, de hermanamiento y celebración, con buena parte de los co legas que le habían acompañado todos esos años, A Feira Das Mentiras. Aquel debut, sutil y consciente, inspiradísimo, a la par ligero y profundo, superó cualquier expectativa, tanto en ventas como en calado popular, y posicionó a Manu como un artista de referencia mun dial.

Clandestino fue un trabajo totémico de sonido mestizo donde cristalizaba todo lo aprendido hasta la fecha y asentaba las bases de lo que ha venido desarrollando des pués: un envoltorio multicultural y plurilingüe que dispara comprometidas dosis de malegría, rabia y esperanza. Un disco que dejó canciones que permanecen inherentes al sentir colectivo popular como “Clandestino”, “Desaparecido” y “Wellcome to Tijua na”. Tras este salió Próxima estación: Esperanza (2001) que arrojó singles tan celebra dos como “Me gustas tú” y “La marea”.

Con este disco además llegó la esperada vuelta de Manu Chao a los escenarios, que hizo con una super banda a su lado, La Radio Bemba. Moises Saman - Magnum Photo. Durante los siguientes años Manu recorrió una vez más el mundo en innumerables viajes, paradas multitudinarias que aprovechaba para, además de ofrecer el concierto que estuviese agendado, realizar actuaciones clandestinas, sin programar, mayormente dedicadas a apo yar a causas solidarias de colectivos sin voz. Entre tanto, la discografía siguió creciendo: en 2002 el directo, grabado en diferentes puntos del globo, Radio Bemba Sound System; en 2004 el disco-libro, intimista y cantado solo en francés, Sibérie m’était contéee, con ilus traciones de Jacek Wo?niak; en 2007, La Radiolina, con un video dirigido por Emir Kus turika (“Rainin in Paradize”) y otro por Fernando León de Aranoa (“Me llaman calle”, que ganó un premio Goya a mejor canción original); y en 2009 el directo, grabado en las fies tas de Bayona, Baionarena.

En 2013 Manu recompone su infatigable big band, la Radio Bemba, y continúa ofreciendo conciertos ya como La Ventura, con el núcleo duro musical de la propuesta anterior: Gambeat (bajo), Madjid (guitarra) y Garbancito (batería). A par tir de 2017 Manu se retira del foco mediático y de las grandes audiencias para terminar regalando sus canciones y reinventándose en directo, en trío acústico, como Chapulín Solo. Como siempre, Manu Chao ha seguido funcionando con su propia brújula, o incluso sin ella, con esa forma de hacer personal y original, mecida por los vientos de su veleta, y con una mane ra de hacer y de crear que le han convertido en un artista tan fundamental como inusual.

Tras estos últimos años de guerrilla musical, de desparpajo y frescura rumbera, de vuelta a los orí genes de la vida improvisada, de ir creando un repertorio con entidad propia moldeado sobre la marcha, Manu reúne un puñado de canciones inéditas y otras que ya venía tocando, se jun ta con músicos de su confianza, amigos como Lucky Salvadori, Joan Garriga, Madgid Fahem, Soraya, Josep Blanes, Mauro Mancebo, Martita Perejil y Pupa Congo, en una grabación que ha tenido como responsable en los botones al catalán Charlart58, y edita Viva Tu, una colección de canciones que traen muy dentro el confortable aroma del barrio, la poesía de la calle y el vivo color de la diversidad: Agua que mata la muerte /No se compra con nada/ No estamos solos. K.B. & K.T. (from Kikelandia) DISCOGRAFÍA ? 1998: Clandestino ? 2001: Próxima Estación: Esperanza ? 2004: Radio Bemba Sound System (live) ? 2004: Sibérie M’était Contéee ? 2007: La Radiolina ? 2009: Baionarena (live) ? 2017: TI.PO.TA (con Klelia Renesi): Moonlight Avenue / Athina Vrazi / Anatoli / Peki Peki Song / Do You Hear Me Calling ? 2017: Singles: Seeds of freedom / Words of Truth / No solo en China Hay futuro / La Marea / Palabras de verdad / La vecina del patio / A la par del amor ? 2020: Singles: Acontecer (con Dani Lança) / Salary Man ? 2020: Singles con Chalart58: Promiscuity / Fire Inna Streets / Pokito De Mi / Algundiavacaer / Todo Llegara / Free The People / Me Provoca Te Ver ? 2021: Single con Bomba Estereo: Me Duele ? 2023: Inna Reggae Style (con Chalart58) ? 2024: Viva Tú

https://open.spotify.com/album/0de0VSMdg29Rwoe9MG4ck2?si=DejAJixKRT6CnEw3Uq5iww

Página:

https://mdpok.ar/noticia/musica/2024/09/21/manu-chao--viva-t/22965.html