Dana: ¿Para vos, qué representa el boxeo?

Lucas: Para mí, el boxeo lo es todo. Es mi trabajo, y a lo que me dedico hoy en día. Con eso mantengo a mi familia, y ayudo a la otra parte de mi familia. Y además, cumpliendo un sueño. Lo bueno del boxeo, que siempre estás bien físicamente, y siempre hay metas para lograr. Hago tres turnos de entrenamiento, todos los días. Corro a la mañana, después en el Club Once Unidos está mi preparador físico, Gonzalo Badea. Después 14:30, 15:00 voy a otro gimnasio a hacer lo que es el manopleo, y para medir mi aguante. Tipo 17:30, 18:00 me entrenan el Gato Olivera y Sosa acá, la parte de técnica boxística.

D: ¡Prácticamente ocupa todo tu día! En tu casa también siempre está el boxeo presente, con tu mujer, por ejemplo?

L: Sí, por lo general sí. Además siempre contamos anécdotas del gimnasio, mi mujer también entrena conmigo, ella también está en el camino del boxeo así que me banca en el sentido cuando hay que viajar, esa fuerza es muy importante. Después tengo la nena de un año y medio.

D: Fuiste padre joven también. Me imagino tu hija, con sus dos padres boxeadores.
L: No sabés lo que es la gorda esa vé un guante y empieza a tirar piñas - ríe- Me vino justito. Después del quilombo que tuve, lamentablemente tuve que estar preso. Injustamente me tocó estar privado de mi libertad. Fue feo, nunca me imaginé en mi vida estar en un lugar así. Pero por suerte siempre fuí con la verdad, sabía que iba a salir a la luz en algún momento.

D: A pesar de ese momento, pudiste prepararte para tu pelea en Inglaterra. ¿Tuviste esperanza en que la justicia iba a hacer el sobreseimiento de tu causa?

L: Sí, siempre. Yo entré tranquilo, me considero una buena persona y la gente me conoce, nunca intenté parecerme a nadie más; siempre fuí tal cual soy: uno más. Después de todo eso, fue cuando nació mi nena. Y me cambió la vida. De ahí pensé siempre en darle un buen futuro a ella.

D: Siempre se escucha acerca de tu humildad, la gente te banca mucho. ¿Vienen los pibes a pedirte consejos?

L: Sí, me escriben mucho por internet. A veces por Instagram, Facebook y eso. Después me cruzan y yo cuento cosas, para que sepan consejos de cosas que yo no he hecho antes. Pero siempre por lo general, todos más jóvenes.

De cara al futuro

Bastida, quién nunca deja de prepararse integralmente para sus peleas, venció por nocaut en el séptimo asalto al ex campeón latino welter Ezequiel Romero, el pasado sábado 22. El enfrentamiento de la categoría supermediano fue la pelea estelar en el Club Juventud Unida, de Cañuelas.

Bastida llevó la pelea con paciencia hasta que se decidió a definir y metió un gancho de zurda, al hígado, que fue letal. “El Tornado” ganó en su reaparición tras su fallido intento por un título internacional en Inglaterra y ahora tiene un récord 19-2-1, con 11KOs. Una promesa del boxeo que va dejando huella a cada paso que da.