Organizaciones de la sociedad civil presentaron los datos de dos investigaciones referidas, por un lado, al análisis del mercado de aceites parcialmente hidrogenados (APH) y, por el otro, al análisis químico de grasas trans en margarinas con APH de venta al por mayor (materias primas) en Argentina. En este marco, las organizaciones se manifestaron a favor de avanzar hacia una regulación de grasas trans más restrictiva y que prohíba el uso de aceites parcialmente hidrogenados. La propuesta de regulación —que ya había sido presentada públicamente en el mes de septiembre— incluye ahora nueva evidencia sobre las grasas trans en el mercado argentino.
“Esta investigación pone en evidencia que hay productos en Argentina que contienen niveles peligrosos de grasas trans. Se recomienda que el Estado avance en una política que contemple las recomendaciones de la OMS y OPS”,detalló un informe de Consumidores Argentinos. Para ello, en el mes de septiembre se presentó una propuesta para actualizar la normativa de grasas trans en el Código Alimentario Argentino. La iniciativa es impulsada por distintas organizaciones de la sociedad civil: Consumidores Argentinos, Fundeps (Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables), FAGRAN (Federación Argentina de Graduados en Nutrición), FIC Argentina (Fundación Interamericana del Corazón Argentina) y Sanar (Sociedad Argentina de Nutrición en Alimentos Reales).
De las ochenta mil muertes anuales en Argentina, dos mil son causadas por enfermedades cardiovasculares relacionadas al consumo de grasas trans.Estas se encuentran en productos como la margarina, galletitas, snacks, baños de repostería, entre otros ultraprocesados, así como también en productos de panadería y comidas artesanales que elaboran sus alimentos con grasas hidrogenadas. La evidencia científica señala que las grasas trans no son requeridas para ninguna función biológica del organismo ni tienen beneficio alguno para la salud.
Por primera vez, organizaciones de la sociedad civil proponen la modificación del Código Alimentario Argentino con el foco puesto en la salud pública. El artículo 155 tris del mismo indica que el contenido de grasas trans en los alimentos no debe ser mayor al 2% del total de grasas en aceites vegetales y margarinas destinadas al consumo directo y al 5% en el resto de los alimentos.
Sin embargo, el estudio arrojó que el 100% de las margarinas analizadas tenían niveles de ácidos grasos trans (AGT) por encima del límite del 2% del total de materias grasas recomendado por la OMS. El porcentaje promedio de AGT fue del 20,1%, con un mínimo de 4,8% y un máximo de 39,3%.Sergio Procelli, Presidente de Consumidores Argentinos, manifestó al respecto: “Desde nuestra perspectiva como organización de consumidores consideramos que los alimentos no son ni deberían ser un producto más. La alimentación saludable es un derecho humano básico fundamental. El etiquetado ha sido un logro en este camino, en el que todavía falta ampliar la mirada hacia el uso de agroquímicos, la producción sustentable y la elaboración de alimentos que no solo sean inocuos, sino que además sean saludables y aporten los nutrientes necesarios. El estudio sobre grasas trans expresa esto también: la necesidad de que lo que consumimos sea sano y que no nos enferme”