Un grupo de vecinos de Chapadmalal avanza con la presentación de una nota en la delegación municipal de esa zona, avalada con firmas que se suman a través de un sitio web, para que se impida a un parador de este frente de playas la realización de fiestas electrónicas anunciadas para el próximo mes de enero.
Alegando cuestiones de preservación ambiental, con cuidado especial sobre fauna autóctona que podría resultar afectada por el impacto de los potentes equipos de sonido que se utilizan para esos eventos, reclaman intervención oficial y suspensión del programa de shows previstos en el el balneario Calalmar Loco/Casa Pampa “fuera del horario de sol y playa”.
La nota que, desde un sitio web, sigue sumando adhesiones apunta a las fiestas que estarían programadas en ese parador para los días 6, 13, 15, 20 y 27 de enero “con la contratación de DJs internacionales y amplia convocatoria en radios nacionales de capital federal de referencia”.
“Nos oponemos a este evento y cualquier otro similar en Chapadmalal en forma definitiva e irrevocable por los siguientes motivos”, afirman los vecinos que impulsan esta iniciativa y aclaran que los actuales responsables de esa unidad turística fiscal “la usaron el verano 2022 de forma precaria y clandestina, lo que les valió un llamado de atención del EMTUR por incumplimiento de la normativa, ya que no fue declarada la subcontratación comercial previo a iniciar las actividades de fiestas, consumo de alcohol y ruidos molestos por parte de Calamar Loco que hoy venimos denunciar”.
Recuerda este grupo de habitantes y propietarios de la zona que esa playa es integrante del Paseo Costanero Sur, declarado reserva forestal por Ordenanza Municipal 1011/95. En el año 2009 se aprueba plan de manejo y se sectoriza este lugar como área de uso público con Ordenanza Municipal 19111/2009 y por otra, la 22325/15, el lugar fue declarado yacimiento arqueológico y paleontológico excepcional.
“Por Decreto 756/17DE del 2017, cualquier excavación, pozo o movimiento de suelo a realizarse en el sitio debe contar con un informe paleontológico emitido por el museo municipal de ciencias naturales Lorenzo Scaglia y por Obras Sanitarias OSSE”, resaltan.
Por eso ahora denuncian que con las obras allí emprendidas “se destruyó un acantilado con excavadoras para explotación comercial sin contar con ninguno de estos informes requeridos por Decreto, ni con un informe de impacto ambiental, que entendemos, no hubiera aprobado lo que se hizo”.
“La propuesta de Calamar Loco y todas las que vendrán si la comunidad convalida este desembarco, atentan contra la naturaleza, la forma de vida y la habitabilidad de quienes elegimos vivir, invertir y desarrollarnos en Chapadmalal en el presente y a largo plazo”, denuncian.
Argumenta además que este tipo de eventos “tienen como objetivo la venta de alcohol y otros estimulantes, atenta de lleno contra la tranquilidad del barrio sus habitantes y su fauna”.
En cuanto a su dinámica de funcionamiento consideran que el estacionamiento desmesurado en esas inmediaciones destruye pastizales, flora y fauna, y con el movimiento de gente se generan residuos no-biodegradables.
“Como comunidad, nos provoca mucha tristeza que gente que no vive en el lugar ni tiene que vivir con las consecuencias de sus actos y negocios pueda decidir lo que sucede en nuestro barrio”, dicen afirman que se trata de una “modalidad de avasallamiento y falta de sensibilidad en la forma de hacer negocios, que pertenece al pasado y demuestra que tanto la sociedad y los empresarios como la municipalidad y el gobierno necesitan tomar consciencia de que hace falta ir hacia formas más respetuosas, sensibles y sostenibles de generar desarrollo económico y social”.