Ciudad
Primera Experiencia del Programa CONSTRUYENDO HÁBITAT
Del Colegio de Arquitectos D9, un Modelo a replicar
Abrir nuevos campos y prepararse para la reconstrucción, es el desafío. El Colegio de Arquitectos local
vivió un día histórico donde se cerró el abismo entre disciplina y profesión.
En un día que calificó como “histórico”, el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito 9 presentó, en el Espacio Cova, los primeros logros del Programa “Construyendo Hábitat”, así como el proyecto de resolución para la regulación de honorarios vinculados a la asistencia técnica, en el marco de la Ley 10.405/86.
El Programa es una experiencia piloto de modelo de gestión en red para mejoras habitacionales en barrios desfavorecidos con acompañamiento técnico de profesionales de la arquitectura, quienes hasta este momento no contaban con una herramienta que les permitiera honorarios justos, lo que hacía imposible su intervención.
Ante estos logros, el presidente del Colegio, Diego Domingorena, abrió el acto expresando que “es un momento de doble celebración”.
“Este programa –dijo- es una síntesis de todo lo que hemos remado e intentado desde hace mucho, con caídas y levantadas para poder llegar a este Construyendo Hábitat… nosotros aprendimos y pudimos consolidar la articulación con la Facultad de Arquitectura, con ongs, con profesionales de Envión que nos trajeron la mirada del territorio, para finalmente trabajar con una instancia provincial. Y después, la normativa, que el Colegio presentó como proyecto y que iba a ser como un remate de esto. Esto es lo segundo que tenemos para celebrar”.
Compromiso e historia
El decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Francisco Olivo, coincidió a su turno con Domingorena en que este era un “día histórico”. “Es un punto de partida y en lo que nosotros respecta como institución de la educación, tiene que ver con poder manifestar públicamente nuestro compromiso de entrar en este camino, profundizar en esta dirección”. ..Venimos de generar planes de estudio –concluyó- que son el producto de los ejercicios hegemónicos de nuestra profesión. Ante las problemáticas actuales, mucho más con el retiro del Estado de la obra pública, nos parece que es un momento más que propicio para poder volcarnos a esta tarea de formar a nuestros estudiantes con conocimientos que repliquen y se apliquen en esta modalidad de ejercicio profesional que me parece un logro muy valioso”.
Por su parte Paula Suero, coordinadora del Instituto de Hábitat y Territorio del Colegio, hizo una síntesis del recorrido histórico que culminó en el Programa, desde la intervención del ¨Colegio en distintas instancias organizacionales de la comunidad, como en la Mesa del Corredor Norte, en la Red del Centenario y hace unos años de la Red Puerto, a través de consultorios barriales con el que intervinieron en el programa “Mi pieza”, que otorgaba pequeños subsidios para hacer mejoras. “Pero ese programa –recordó- no tenía contemplado un acompañamiento técnico, entonces lo que hacíamos era asistir a la inscripción, porque ahí ya había que determinar qué tipo de obra iba a ser, qué tipo de materiales iba a necesitar… esa fue la primera articulación que hicimos”. El ciclo de charlas en pandemia sobre experiencias de arquitectura en el hábitat popular, a cargo de Fernando Caccopardo fue esencial para empezar a preguntarse cómo el Colegio podía acompañar, “como se puede facilitar administrativamente, qué pasa con estos programas que a veces financia el Estado y no contempla la asistencia de un profesional. Y ahí empezamos a trabajar muy fuertemente”. Esa idea finalmente se consolidó con la Subsecretaría de Hábitat de la Provincia de Buenos Aires.
Este organismo es el que maneja el programa Mejoramientos Habitacionales Bonaerenses, “eran 100 mejoramientos y tenía estipulado un monto para la certificación final de obra de un 1% del convenio –recordó la profesional- Hicimos gestiones para que se aumentara el monto, ya que el 1% no daba la posibilidad de hacer un acompañamiento técnico. Y se logró el 8%... A eso era a lo que queríamos llegar porque aunque la tarea dentro de lo que es el hábitat popular puede ser vista como menor, está muy lejos de serlo. Es muy compleja, hay que manejar muchas cuestiones, articular con otros saberes, con la gente que tiene necesidades en sus hogares …” . En esto coincidió la arq. Silvia Borrilli, coordinadora de Hábitat y Vivienda del Instituto del Colegio: “Aunque se trata de pequeñas obras, representan una mejora importante para las personas que habitan esos hogares, en relación a la salud, el confort y también de la seguridad. Creo que todos los arquitectos y arquitectas que trabajamos alguna vez en el hábitat popular, en contextos complicados, sabemos que se requiere una coordinación máxima en todo sentido, y también una cuota importante de creatividad para poder construir esa solución adecuada para cada una de las situaciones particulares, en forma participativa, con las necesidades y decisiones de los usuarios”.
Borrilli dialogó luego con las arquitectas que tuvieron la experiencia de trabajar en el mejoramiento de viviendas del barrio Caribe, Puerto y Nuevo Golf. La coincidencia generalizada fue su crecimiento profesional, ya que –destacaron- “tuvimos que hacer de todo”. A este crecimiento, se suma el haber trabajado codo a codo con la gente beneficiaria del plan y algo no menos importante, los honorarios correspondientes a su tarea. Así, también señalaron como “fundamental” la iniciativa del Colegio en cuanto a la normativa, “porque en su momento no se sabía cómo encuadrar esta tarea profesional y ahora con un honorario específico, todo lo que venga va a ser mucho más sencillo y se sumarán más colegas”.
La articulación de un divorcio histórico
A su turno, Fernando Caccopardo, director del Grupo de Investigación “Ciencia y Tecnología para el Habitar Popular de la Facultad de Arquitectura, afirmó que “Que estén juntos la academia y el colegio profesional, implica una articulación entre un divorcio histórico. Disciplina y profesión muchas veces se confunden, no es lo mismo, si entendemos que la arquitectura es una disciplina, un campo de saberes, la profesión implica todo lo que es el campo de las competencias, de la matrícula, de la produccion. Esto ha estado divorciado siempre y que en este momento se encuentren es fantástico. Los historiadores en el futuro van a decir “miren lo que ha acontecido acá en el Espacio Cova en el año 2025...Esto -concluyó- es fundante, chiquito pero fundante. Esta alianza de disciplina y profesión que cuando está separada genera ineficacia, abre una ruta que amplía ese campo para que muchos que se reciben y tienen ganas y vocación social, puedan hacerlo de forma profesional. Pero hoy esa empatía, el saber manejarse en conjunto, la formación actual de arquitectos, no la tiene. Ese es nuestro desafío”.
Tras la proyección del documental relatando la experiencia de Construyendo Hábitat a través del programa provincial “Cien mejoramientos”, se leyó el proyecto de resolución para la regulación de honorarios profesionales vinculados a la asistencia técnica, sobre la que el arquitecto Domingorena dijo que “Llevar adelante una práctica profesional en un barrio popular con un sistema de contratación, un sistema de asesoramiento de manera formal, legal y cobrando como corresponde, es un gran logro. Y también el tener la posibilidad de hacer un servicio social y ampliar el campo de las posibilidades laborales para que el arquitecto tenga otras opciones que no sean las tradicionales. Construyendo Hábitat es una prueba piloto que busca dar testimonio de esto y que busca concientizar, en primer lugar al subsidiario, que es quien entrega el dinero, para garantizar la transparencia de su utilización. A los beneficiarios, porque al tener un profesional que coordine las tareas, la utilización de los recursos se optimiza, y al Colegio profesional, cuyos integrantes van a contar con una nuevo quehacer que atienda situaciones de desocupación y subocupación que hay en la matricula”. Y lo que no es menos importante “Estar preparados para cuando la reconstrucción suceda. Para cuando el Estado vuelva a estar presente y haya programas para la gente, como en su momento fue el Procrear”.
El acto finalizó con la entrega de un reconocimiento al Arq. Héctor De Schant, pionero en el trabajo sobre hábitat populares, quien recordó emocionado, cuando hace muchísimos años se daba el puntapié inicial con la Comisión de Hábitat y Vivienda del Conicet, de la que formó parte su creación.
Página:
https://mdpok.ar/noticia/ciudad/2025/07/19/primera-experiencia-del-programa-construyendo-hbitat/26160.html