Costanza Addiechi es Directora de Restauración de Monumentos Escultóricos de la Municipalidad de General Pueyrredón y tiene a cargo todo lo que es la recuperación del patrimonio histórico de la ciudad de Mar del Plata, que es reconocida mundialmente por los tesoros artísticos que posee en su área urbana. Mar del Plata fue concebida como un balneario al estilo de “perlas” francesas como Biarritz y para ello se la fue dotando a lo largo de los años de bellísimos conjuntos artísticos que fueron poblando sus calles, plazas, paseos y costaneras. Con el tiempo, muchos de estos tesoros fueron deteriorándose y vandalizándose y ahora Costanza lleva adelante la titánica tarea de ir recuperándolos para regresarles su belleza original. En vez de quedarse en su despacho oficial, Costanza se calza cada día el overol y sale a quitar capas y capas de suciedad acumulada durante décadas sobre esculturas y fuentes , atrayendo siempre las miradas entre curiosas y sorprendidas de los transeúntes. “Para mí, restaurar significa rescatar la belleza del olvido”, afirma Costanza. “Lo que yo hago no es otra cosa que devolver estas obras de arte a su estado original. Yo me formé en Florencia, Italia, donde conservo una gran cantidad de amigos y colegas. Amo esa ciudad y vuelvo muy seguido para actualizarme en todas las nuevas técnicas que van apareciendo. Podría haberme quedado allí, pero siento que mi lugar es Mar del Plata, que aquí es donde puedo ser más útil. Quiero devolverle a mi ciudad lo que invirtió en mi educación”. En los tres años que lleva haciendo esto, Costanza ha recuperado buena parte de los monumentos escultóricos de la ciudad. Pero está especialmente orgullosa de uno en particular: la restauración de las míticas farolas de la antigua rambla Bristol, de 1913, que estaban muy degradadas. Las hizo una por una, trabajándolas con bisturí, y las presentó terminadas durante los recientes festejos del 144 aniversario de la ciudad. Además de la restauración Costanza escribe programas educativos, organiza visitas guiadas con alumnos de diferentes colegios y difunde en los medios la importancia del patrimonio marplatense para que, a través del conocimiento, sea la misma gente la que comience a cuidar la historia de la ciudad.