Otra vez algunas de las principales playas de Mar del Plata amanecieron esta semana tapizadas de restos de algas y huevos de a miles, situación que llama la atención a los turistas, altera la postal habitual pero también incomoda a quienes llegan para disfrutar de la arena y el mar.
El fenómeno, que ya se había advertido a mediados de enero, se repitió a partir de este martes con primeros indicios en el extremo sur de la ciudad y, en estas últimas jornadas, en el frente de costa que se extiende desde La Perla hasta las cercanías del emisario submarino.
Desde el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) reiteraron que es una situación habitual que pudo haber estado relacionado con los movimientos intensos que exhibió el mar durante el último fin de semana, con intenso oleaje.
Lo que se advierte sobre la costa en estas condiciones tiene el nombre de arribazón y, según se explicó en aquella oportunidad, es consecuencia de fuertes corrientes marinas que desarraigan algas, hidrozoos y otros elementos y los arrastran hacia la orilla.
En esa dinámica del mar también viajan esas cápsulas ovoides que, según se confirmó, corresponden a una especie de caracoles. Si se los mira a trasluz, dentro hay embriones que permanecen vivos durante algunas horas.
“Si se los lleva pronto a una pecera con agua de mar es muy probable que eclosionen”, confió a Ahora Mar del Plata una bióloga marina conocedora del tema y estas especies.
Además de la imagen poco agradable que representa semejante cantidad de estos desechos marinos sobre la arena empiezan a incomodar a los bañistas el olor que despide el proceso de descomposición.
En el caso de Playa Grande se emprendió una pronta recolección de estos restos, derivados a contenedores derivados para su disposición final lejos de estas playas.