Jorge Unzué planteó la problemática que atraviesa la institución, junto a sus 20 empleados, sin contar el personal docente del sector académico del club y expresó «la idea es crecer en la crisis siendo ingeniosos, pero llegan las boletas de tarifas y se complica». En cuanto al rol del Estado sostuvo que «no se respetan las ordenanzas vigentes y ya no sabemos qué puerta golpear para conseguir la habilitación.»

Por su parte, Pablo Zelaya hizo mención a la necesidad de crear una Dirección de Clubes como la que existe la ciudad de Rosario, para la implementación de políticas públicas que ayuden al fortalecimiento de los clubes sociales y deportivos barriales

Santiago Bonifatti tras finalizar la reunión remarcó: «hablando con dirigentes uno se da cuenta que el Estado municipal no sólo está ausente en la ayuda y acompañamiento, sino que todo el tiempo genera normativas que los complica y no les permite avanzar».

El actual concejal destacó la necesidad de que existan instituciones como el Club Quilmes «que dan contención a miles de chicos de nuestra ciudad, sobre todo en este club en particular que además cuenta con educación secundaria y terciaria.»